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Con la bajada de temperaturas y la llegada del otoño, Coslada enfrenta un incremento notable en la presencia de ratas y ratones en su entorno urbano e industrial.
Los cambios climáticos no solo afectan a la vegetación o al ambiente, sino también al comportamiento de los roedores, que abandonan alcantarillas y descampados para instalarse en interiores cálidos y protegidos.

Por su ubicación estratégica y su concentración de polígonos logísticos, Coslada se ha convertido en una de las zonas más vulnerables al desplazamiento de plagas urbanas, especialmente durante los meses de frío.

Zonas logísticas: el principal foco de actividad roedora

En el Corredor del Henares, Coslada alberga cientos de naves y centros de distribución donde los roedores encuentran condiciones perfectas: amplios espacios, abundante alimento y refugio entre mercancías o muros estructurales.

Estos animales pueden acceder fácilmente por:

  • Canalizaciones de drenaje conectadas a los polígonos industriales.
  • Cargas y descargas con puertas abiertas.
  • Grietas en los muros o juntas del pavimento.

Una vez dentro, el riesgo no se limita a daños materiales —como el deterioro del cableado o los empaques—, sino también a la contaminación de alimentos y productos, algo especialmente crítico en industrias alimentarias o farmacéuticas.

Cómo prevenir la entrada de roedores en naves y locales de Coslada

El control eficaz empieza con la prevención estructural y organizativa.
Algunas medidas recomendadas para las empresas y comunidades del municipio incluyen:

  1. Sellar accesos exteriores, especialmente en zonas de carga, rejillas y desagües.
  2. Revisar almacenes y trasteros, eliminando residuos o embalajes en desuso.
  3. Controlar los puntos de basura y restos orgánicos, evitando su acumulación.
  4. Ventilar zonas cerradas o con humedad tras los días de lluvia.
  5. Solicitar inspecciones periódicas de control de plagas en Coslada, especialmente antes del invierno.

Estas acciones reducen la probabilidad de infestaciones, evitando que pequeños indicios se conviertan en problemas estructurales graves.

El papel del control profesional de plagas en Coslada

Debido al alto tránsito de mercancías y la conexión con otras localidades del corredor logístico, las infestaciones pueden propagarse con rapidez entre instalaciones cercanas.
Por eso, cada vez más empresas recurren a servicios de desratización profesional en Coslada, que aplican sistemas integrados de prevención y control, combinando tecnología de monitoreo, cebos ecológicos y seguimiento técnico constante.

Estos tratamientos permiten mantener bajo control la actividad de roedores incluso en espacios de gran tamaño o con rotación continua de personal.

Roedores en comunidades residenciales y locales urbanos

Aunque el foco principal está en las zonas industriales, las áreas residenciales de Coslada también pueden verse afectadas.
Los garajes comunitarios, trasteros y locales comerciales en planta baja son puntos de acceso habituales, especialmente tras periodos de lluvia.

En estos casos, la detección temprana es esencial: ruidos nocturnos, excrementos pequeños o empaques dañados son señales claras de actividad.
La actuación rápida evita daños mayores y garantiza un entorno más seguro para todos los vecinos.

El clima otoñal y la estructura urbana de Coslada crean el escenario perfecto para la expansión de roedores urbanos.
Tanto en polígonos industriales como en comunidades residenciales, la prevención, la vigilancia y el control profesional son esenciales para mantener la seguridad y la higiene durante todo el año.

Un plan de control de plagas activo en Coslada no solo protege las instalaciones, sino que preserva la reputación y tranquilidad de empresas y hogares.

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